viernes, 25 de abril de 2008

Los medios y la creación de un Estado de Opinión


La función originaria del Periodismo era transmitir o comunicar un mensaje que pudiera ser interesante para unos determinados destinatarios. Este rol se ha ido modificando, inevitablemente, con el paso del tiempo. Desde muy pronto, el poder político descubrió que los medios de comunicación tenían una enorme capacidad para adoctrinar a la población. Durante los totalitarismos que se han venido sucediendo a lo largo de nuestra historia y en nuestros propios días, los medios se ponen al servicio del Estado para crear una sociedad dócil que les garantice la permanencia en el poder.Este hecho no es, obviamente, ningún descubrimiento. Sí que merece la pena sin embargo reflexionar sobre la verdadera función que desempeñan hoy en día los medios de comunicación.

Lo que se conoce como independencia o transparencia informativa no es más que una utopía. Para empezar, un periodista, es antes que nada, un ser humano. Su propia personalidad o genuinidad provocan que la objetividad se antoje complicada. Muchos podrían rebatir esta afirmación sosteniendo que el periodista ha de olvidarse de su ideología y prejuicios en el ejercicio de su profesión en aras de cumplir con su deber hacia la sociedad. Pero el problema de fondo no está tanto en el propio periodista, sino en el medio para el que trabaja. Es innegable que actualmente la mayor parte de los medios de comunicación –exceptuando alternativos y alguna que otra excepción- están absolutamente supeditados a una ideología, tendencia que viene a afianzarse con la creación de grandes grupos multimedia. No es menos cierto que, muchos ciudadanos prefieren leer el periódico o escuchar la emisora de radio más afín a sus ideas para afianzar lo que ya pensaban. Así pues, es una especie de “pescadilla que se muerde la cola”: de un lado, periodistas que se “venden” en mayor o menor medida a la línea editorial de un medio, y de otro, ciudadanos ansiosos por corroborar su propia forma de pensar.

Así pues, cada periódico, canal de televisión o radio, se encamina a la creación de su particular estado de opinión. La información desideologizada no se puede plantear en una sociedad como la nuestra (y probablemente en ninguna). El papel del periodista se transforma en el de adoctrinador, en un profesional que informa, pero que también forma y conforma.

Este enlace os remitirá a un blog que contiene una entrevista a Ramón Salaverría, Doctor en Periodismo, que reflexiona sobre este y otros temas relacionados:


Este otro, pertenece al diario Qué y versa sobre el difícil binomio de la independencia informativa y las decisiones políticas:

4 comentarios:

Vicente dijo...

Mientras los medios de comunicación, estén en manos de intereses económicos, los contenidos de los mismos estarán supeditados a los Consejos de Administración. Quien debe poner mesura en este binomio información-opinión es la propia ciudadanía que tiene que dejar de lado a los medios sospechosos de incluir opiniones tendeciosas. Tenemos que decir ¡basta! a la manipulación informativa y sabe valorar a quiénes nos exponen los hechos y después nos dejan espacio para que saquemos nuestras propias conclusiones

Maria Martinez dijo...

Como los periodistas no estamos amparados por un Colegio Profesional que defienda y garantice nuestros derechos,lo damos todo por perdido y nos vendemos al medio asumiéndolo previamente como algo incontestable. La Constitución reconoce el derecho a comunicar y recibir información veraz, así como la cláusula de conciencia. Pero la realidad es que desde la individualidad no nos atrevemos a reclamar jurídicamente lo que es un Derecho Fundamental, y en la mayoría de los casos nos "vendemos gustosamente". Ante la imposibilidad de cambiar la realidad, es cierto que los periodistas preferimos trabajar para un medio que sea afín a nuestra ideología y de este modo contribuimos a la supremacía de las grandes empresas informativas. De derechas, izquierdas o centro, la manipulación es evidente, y como bien comentas, los ciudadanos conscientes de lo que leen, apoyan esa forma de interpretar la realidad, que no hace sino corrobar su forma de pensar. Por lo tanto, esta opinión pública es difícil de cambiar y equivaldría a los orígenes del concepto: público raciocinante, crítico con los asuntos de interés nacional y con el gobierno (burguesía, ilustrados). Lo que interesa es la "otra" opinión pública, la gran mayoría de la población, que por el desconocimiento de muchos temas, es muy susceptible de manipulación. Por ello, la solución de Vicente, de que la ciudadanía se rebele sería la ideal, pero a día de hoy, creo que no es factible. Creo que el concepto no ha evolucionado desde su génesis, los medios no nacieron como expresión de la opinión pública, ni para crearla libremente, sino que los dueños de los medios conforman la opinión ilustrada junto a una minoría de cuidadanos e intentan imponer su criterio al resto de la población no "ilustrada".

rezagada dijo...

¡¡Cuánto ha cambiado desde que pisamos por primera vez la facultad,!! ¿verdad?
Quizá con esa mirada ingenua e inocente, nos dejábamos envolver con la deliciosa idea de descubrir las sucias artimañanas del poder, y ahora...¡¡como son las cosas!! nos esforzamos paradójicamente en formar parte del sistema por 300 euros al mes...

Si todo el mundo tiene un precio, el de los periodistas es el más bajo... Enfermizamente conscientes de que somos instrumentos que "moldean opiniones", hemos renunciado a lo que quisimos ser, por lo que en definita, sólo podemos objetivamente "ser".

Al menos en este soporte "alternativo" podrás dibujar tu utopía más personal y recrearte en ella... con toda la ingenuidad, y libertad que se le debe conceder a un ser humano...y, a una periodista.

"Entre nosotras", disfruta de tu rincón y regocíjate en tu subjetividad, en tu visión personal del mundo, ya que quizás las próximas líneas que escribas no fluyan libres. No después de la minuciosa revisión de tu jefe, o del visto bueno de la redacción para la que trabajes.

(Aer si te añado al tuenti, que no me deja) Buen finde

DENUNCIA dijo...

Hola Irene:

Yo creo que nos viene al pelo el documental que proyectó en clase la profesora Ana Segovia y del que he realizado una "carta" algo irónica.

http://www.lacoctelera.com/lazotea

Además, en cuanto al tema de la creación de la Opinión Pública y del Estado de Opinión me gustaría destacar (ya en el plano más moñas) una canción del grupo Superskunk que decía lo siguiente:


Es una pieza, como un gran engranaje
es la rueda que gira y hace que otros viajen.
La abeja que se deja la piel
por cuenta ajena y nunca prueba la miel.

Madre, Madre, mira que yo quiero saber
¿Quién hizo el mundo un lugar tan cruel?
"Anda niño, sigue andando hasta allí,
allí donde nadie decida por tí
porque un hombre informado es dificil de usar
y es duro ser pieza de usar y tirar
aunque a veces hay voces que te hacen pensar
que todo está escrito y nada va a cambiar
no te puedes conformar."

(Yo) Tengo una misión
quiero educación
y así sabré escapar de la explotación.
Esta es la misión
busca información
para empezar por ti la Revolución.

Voy a atacar, voy a atacar...

Es una pieza, como un gran engranaje
es la rueda que gira y hace que otros viajen.
La abeja que se deja la piel
por cuenta ajena y nunca prueba la miel.

(Yo) Tengo una misión
quiero educación
y así sabré escapar de la explotación.
Esta es la misión
busca información
para empezar por ti la Revolución.

Sólo tengo un enemigo
es el embrutecimiento
en este enfrentamiento
mi arma es el conocimiento.

Voy a atacar, voy a atacar...


Me parece que se llama Voy a atacar y fue banda sonora de alguna peli, en fin, un poco de cultura musical. No hay otra forma de escuchar la canción y el disco que descargándolo de la mula, yano se vende en tiendas.

Un beso

Rodrigo